La escuela de Reina está haciendo una colecta de alimentos para el hospicio de la localidad. Y la clase que reúna la mayor cantidad de latas de comida ganará un banquete de pizza! A Reina la emociona la idea de poder ayudar, pero cuando llega a casa se encuentra con que la abuela tiene otros planes. La abuela está tan ocupada que no puede ir a la tienda, y a Reina le preocupa no tener suficientes latas para llevar a la escuela. Su clase pierde la competencia (y el banquete de pizza) por una diferencia muy pequeña, y Reina se siente muy enojada. Sin embargo, después de acompañar a la abuela a hacer buenas obras por sus vecinos, Reina recuerda cuál era el objetivo de la competencia: ayudar a los vecinos!