rica sobre el activismo comunitario que dio lugar a la construcción del Parque Chicano de San Diego, hogar de la colección de murales al aire libre más grande de los Estados Unidos, ejemplo de la rica historia de resistencia y resiliencia de la comunidad mexicoamericana.
Barrio Logan, uno de los vecindarios chicanos más antiguos de San Diego, una vez rebosaba de familias y se extendía hasta la gloriosa Bahía de San Diego. Pero con el paso de los años, la comunidad perdió su playa y acceso a la bahía debido a la construcción de fábricas, deshuesaderos, y una carretera interestatal que dividió el barrio y obligó a miles de personas a abandonar sus hogares. Luego, en 1970, los residentes descubrieron que el equipo que creían que construiría un parque --tal como la ciudad les había prometido hace años-- en realidad comenzaba la edificación de una estación de policía. Entonces supieron que era hora de hacer oír sus voces.
El barrio se levanta invita a los lectores a unirse a la valiente joven activista Elena y sus vecinos durante su exitosa ocupación de tierras y más allá, cuando los residentes de Barrio Logan se juntaron para construir el colorido parque que se convertiría en el corazón de la comunidad chicana de San Diego.