Este libro es un crudo relato autobiogr fico que se asemeja al bestseller internacional La cruz y el pu al.
Casey D az lleg a este pa s cuando ten a dos a os, siendo el hijo mayor de inmigrantes salvadore os que se establecieron en los suburbios del centro de Los ngeles en la d cada de 1970. Un padre abusivo que golpeaba constantemente a su madre arrastr a Casey a las pandillas callejeras a la edad de once a os. Escal r pidamente dentro de los Rockwood Street Locos y particip en invasiones a hogares, robo de autom viles y en el apu alamiento de sus rivales, muchas veces con tan solo un destornillador o un cuchillo.
A los diecis is fue arrestado y sentenciado a casi trece a os en una prisi n estatal por asesinato en segundo grado, y recibi cincuenta y dos cargos por robo. Al cabo de dos a os fue enviado a la Prisi n Estatal de New Folsom y puesto en confinamiento solitario durante veintitr s horas al d a.
Cuando una mujer mayor de color, que serv a en el ministerio carcelario, se acerca a su celda y le dice que Jes s lo ama y que Dios lo va a usar alg n d a, Casey se burla de ella. Entonces, un d a ocurre un hecho milagroso en su celda. Al igual que una pel cula, ve su vida "proyectada" en la pared de la celda. Se ve a s mismo como un peque o ni o en su antiguo barrio, y luego observa sus primeros d as en las escenas de las bandas, hechos que solo l pod a recordar. Luego ve a un hombre de pelo largo que carga una cruz, y una multitud que le grita. l es clavado en la cruz y colocado entre otros dos condenados a muerte. El hombre de la cruz lo mira y le dice: "Estoy haciendo esto por ti".
Casey golpea el piso de la celda y llora. Sabe que es el Dios Todopoderoso quien le est hablando. Confiesa sus muchos pecados y expresa un profundo remordimiento. Cuando termina, escucha que Dios le indica que solicite ver a un capell n. Despu s de escuchar la historia de Casey, el capell n saca su Biblia y le lee la historia de la crucifixi n; le explica el plan de Dios para la salvaci n, algo que Casey acepta.
Este libro es tanto una mirada dentro del violento mundo de las pandillas y la vida en la prisi n, como una demostraci n poderosa y real de c mo Dios ir a los extremos m s milagrosos para alcanzar incluso a los peores pecadores. Hoy, Casey Diaz se levanta como un trofeo de la gloriosa gracia de Dios.