nónimo obsesionado con el ojo enfermo (al que llama "ojo de buitre") de un anciano con el cual convive, hasta que cierto día decide asesinarlo. El crimen es estudiado cuidadosamente y tras ser perpetrado, el cadáver es despedazado y escondido bajo las tablas del suelo de la casa. La policía acude a la misma y el asesino acaba delatándose a sí mismo, imaginando alucinadamente que el corazón del viejo se ha puesto a latir bajo la tarima.