En este libro el Dr. Hormachea trata los temas difíciles con los que se enfrentan los padres en la vida familiar y cómo pueden permitir que sus hijos no solamente venzan los desafíos sino que también lleguen a ser más cariñosos, más protectores, positivos, flexibles, firmes y creativos a medida que crecen.
El doctor Hormachea cree que Dios no espera que tengamos buenos hijos sino que seamos buenos padres: Padres que en la medida que sea posible sean un modelo de buenos valores y que hagan pasar estas herramientas a sus hijos para que puedan escoger lo que es bueno para sus vidas. La estructura del libro permite tanto a padres como a hijos llevar a cabo el proceso del desarrollo de inculcar valores y formar la conciencia de un hijo.