ditos-activistas Mike Davis y Justin Akers exponen el racismo de los vigilantes anti-inmigraciones y dan un rostro humano a los inmigrantes que arriesgan sus vidas cada día para cruzar la frontera y trabajar en los Estados Unidos. Rebatiendo el coro creciente de voces anti-inmigrantes,
Nadie es ilegal demuestra las raíces profundas de los inmigrantes en la historia de los EE. UU. y documenta el movimiento empezando en 2006 por los derechos civiles que ha organizado manifestaciones por todo el país para exigir justicia y dignidad para los inmigrantes.
Ahora con una nueva introducción haciendo frente a la ola más reciente de reacción violenta anti-inmigrante, y figurando fotos conmovedores y evocadoras del fotógrafo galardonado Julián Cardona, Nadie es ilegal es una lectura obligada para cualquiera persona que busca aumentar su comprensión de los movimientos de justicia para los inmigrantes.