"La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país."-Edward Bernays
Edward Bernays, una figura importante y controvertida del pensamiento político y las relaciones públicas, fue pionero en un método científico llamado "ingeniería del consentimiento". Durante la Primera Guerra Mundial, desempeñó un papel crucial en el Comité de Información Pública (CPI) de Estados Unidos, una poderosa máquina de propaganda que empaquetó y vendió la guerra a los estadounidenses como una forma de "hacer el mundo seguro para la democracia". Las estrategias del PCI se convirtieron en el modelo para el marketing de guerra futura.
Más tarde, Bernays aplicó estas técnicas, influenciado por Walter Lipmann y su tío Sigmund Freud, defendiendo la propaganda como una herramienta para manipular tanto la democracia como los intereses corporativos. Su libro de 1928, *Propaganda*, predijo inquietantemente cómo la propaganda podría moldear el pensamiento colectivo en el gobierno, la política, el arte, la ciencia y la educación. Leerlo hoy revela cómo nuestras instituciones contemporáneas utilizan la manipulación organizada para influir en las masas. En este influyente trabajo, Bernays exploró la psicología detrás de la manipulación masiva, incluido el uso de acciones simbólicas y propaganda, a lo que ahora nos referimos como "marca".