3
Para qué narrar a la Malinche hoy? De qué nos sirve saber si realmente fue una traidora o si esto es uninvento? Hay alguna ganancia en reconocer quiénes y por qué crearon la leyenda de la traidora-vendepatrias? Elisa Queijeiro tiende un puente entre la historia de Malinche, su leyenda y la realidad de los mexicanos. Deja al descubierto la verdadera herida de la Conquista y la pérdida que seguimos arrastrando: nuestra orfandad elegida, el invento que aceptamos y el daño que nos ha hecho quedarnos sin Malinche como la madre indígena digna que sí fue.
Entre premisas y hechos, nos demuestra que su voz fue encuentro y tejido, no arma ni cuchillo; denuncia con valentía los motivos de quienes la llamaron "barragana o rajada", "traidora o vendepatrias", asomándose a la realidad del machismo y la misoginia, que han sido una raíz podrida en la formación de nuestra sociedad.
El libro cobra otra dimensión cuando la historia de Malintzin se vislumbra como un firme escalón en la recuperación de una nación dolida por la violencia contra la mujer y el invento sobre sus hombros..
ENGLISH DESCRIPTION Why should we write about Malinche today? What is the use of knowing if she was really a traitor, or if that was made up? Is there anything we gain by acknowledging who and why they created the traitor-quisling legend? Elisa Queijeiro builds bridges between Malinche's tale, her legend, and Mexican reality. She lays bare the actual wound of the Conquest and the loss we keep dragging behind us: our chosen orphanhood, the fabrication we accept, and the damage we have inflicted upon ourselves by not embracing Malinche as the worthy indigenous mother she truly was.
Between assumptions and facts, Queijeiro shows us that Malinche's voice was union and thread, not weapon nor blade. She bravely denounces the motives of those who called her "a paramour and a wuss", "a tritor and a quisling", looking into the reality of sexism and misogyny, the rotten roots of our society.
This book takes on a whole new dimension when Malintzin's story is seen as a solid step towards healing a nation, wounded by violence against women and the fabrications placed over their shoulders.