Para quienes tuvimos el placer de leer el primer libro de Leonel Dozza de Mendon a, la noticia sobre la publicaci n de este segundo volumen despert , sin lugar a dudas -junto con una gran alegr a-, una enorme expectativa. Tal como se puede verificar en sus escritos anteriores, Leonel logra alcanzar aqu el fino equilibrio y la justa proporci n entre los cuatro componentes divinos que hacen que un ensayo de car cter t cnico o «cient fico est destinado a perdurar: la erudici n, la originalidad, la profundidad y la simpleza. Sobre el primero de estos atributos, conviene aclarar que cuando hablamos de erudici n no se trata, precisamente, del despliegue grandilocuente del plumaje multicolor del pavo real. Por el contrario, encontramos aqu la alusi n precisa, quir rgica, de autores y referencias que no siempre est n -aunque bien podr an estarlo- en la primera fila de las marquesinas. Leonel les saca lustre, poni ndolos en conexi n con Foucault, Freud, Winnicott y sus propias experiencias cl nicas, al servicio de una argumentaci n que nos va llevando al encuentro con la originalidad de aquello que aqu nos propone examinar: los fundamentos y la especificidad del Acompa amiento Terap utico como herramienta cl nica, conjugados con la tica del psicoan lisis. Descubrimos entonces que el autor tiene un don, comparable al del flautista de Hamel n: solo que en lugar de conducirnos al abismo para ahogarnos en la riada, nos hace sentir a salvo aun cuando de pronto nos vemos sumergidos en la m s oscura profundidad a la que nos conduce en sus relatos, en nuestra indagaci n sobre la subjetividad y el padecimiento ps quico. Es el don de la simpleza, que no requiere de estruendos polif nicos. Con el agudo balizado del humor -su «quinto elemento , devenido al mismo tiempo recurso cl nico y articulador conceptual-, su escritura hace gala del humilde y sabio respeto por todo interlocutor que se llegue hasta aqu , dispuesto a acompa arlo. Tal vez usted, estimado lector. Nos espera una apasionante aventura en tres episodios.