Un fiero guerrero inmortal. Hu sped del demonio de la Enfermedad.
Un roce de Torin causaba enfermedad y muerte, y pod a desencadenar una plaga en todo el mundo. El placer carnal estaba completamente prohibido para l y, aunque siempre hab a resistido la tentaci n con una voluntad de hierro, su capacidad de control estaba a punto de desaparecer.
Ella era Keeleycael. La Reina Roja.
Cuando aquella belleza consigui escapar de un encarcelamiento que hab a durado siglos, el deseo que surgi entre el guerrero y ella fue abrasador. Las caricias de Torin pod an provocar el final de Keeleycael, pero resistirse a ella era la batalla m s dif cil que l hubiera librado jam s, y tem a que fuera la nica que tal vez no consiguiera ganar.