Una sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y de Birkenau.
La visión de cinco chimeneas arrojando el humo de la carne quemada de centenares de miles de seres humanos, entre ellos los padres y los dos hijos de la escritora.
Un testimonio irrefutable de los experimentos científicos realizados en seres vivos.
Cómo eran y actuaban los dirigentes de Auschwitz y Belsen; quién fue Joseph Kramer, juzgado como el criminal número uno en el proceso de Luneburg.Olga Lengyel conservó como testimonio de esta experiencia las cicatrices y la marca del cautiverio, pruebas que mantuvieron intacto su espíritu de humanismo.
Muy por encima de cualquier sensacionalismo, este documento perdurable es un amargo recordatorio a la humanidad de las indescriptibles consecuencias del odio racial, la intolerancia religiosa y el despotismo político.
En Los hornos de Hitler la autora narra al mundo el horror de los campos de exterminio nazis.